viernes, marzo 31, 2006

Cuando uno aprieta.

Este pasado fin de semana, la hermana de Julia nos comenta que a un conocido comun le han pegado una paliza unos Skins. El hombre salia de casa de unos amigos en el barrio zaragozano del Actur, era sábado por la noche y cinco energumenos pensaron que sería divertido matar una persona, y por eso cogieron media tapa de alcantarilla, unos ladrillos y arremetieron a palos contra Ramon. Él es un tipo más bien del montón, informático, un poco gordete y viste como tú o como yo lo hacemos cualquier fin de semana: unos pantalones cualquiera, con una camiseta y poco más.

Le dijeron a la poli que no les gustaba cómo vestía, pero bien podían haber dicho que no les gustaba que roncara por las noches o que les parecía mal cómo le hacía el rabito a la letra "ese" cuando escribía. Podrían haber dicho cualquier cosa. Pero el caso es que lo dijeron, y lo hicieron. Les da igual blanco, que negro, que verde o azul. Esta gente reacciona ante cualquier liebre que -real o imaginaria- encuentran cuando van de cacería.

Le reventaron la cabeza, y le dejaron esquirlas del ladrillo dentro, por las cuales se ha estado dos días temiendo por su integridad. Le han operado, tras haberle inducido un coma.

Ese mismo fin de semana, otros gallos de pelea atacaron a un portugués en el barrio de Torrero, con un cuchillo y yoquesé más. Le rompieron la nariz, y algunas costillas de mala manera. Ese mismo día, uno de ellos cumplía la mayoría de edad (y digo yo: Qué mejor celebración para ello que encerrandolo con los niños mayores una buena temporada!).

Hoy, cinco días después, Ramón ya está en planta. Ha salido por todas partes (hasta en la Tele!) y parece que se recuperará fisicamente por completo. Lo que no se va a recuperar es la indignación generalizada de la ciudad. No pueden seguir ocurriendo estos hechos. No pueden haber cazadores humanos rondando por nuestras calles buscando un objetivo al que matar. Ningún ciudadano puede estar asustado porque esta gente exista. Esta gente NO PUEDE existir en un mundo como el de hoy.

No hay comentarios: