martes, abril 12, 2005

vuelta de tuerca

Nunca imaginé que me resultaría tan complicado mantener al día una web personal, y mucho menos que iba a tardar tanto en actualizar el blog. Han pasado muchas cosas, y aunque he tenido ganas de contarlo, no lo he hecho. Por ejemplo, la revista Dokan ha cerrado después de ocho años en las estanterias, y lo hizo de un modo bastante feo. Uno se piensa que cuando estas cosas pasan, los de la revista se enteran antes que nadie, y la noticia va corriendo de boca en boca hasta que se hace oficial. En nuestro caso, los colaboradores nos enteramos a la vez que todo el mundo. Cuando tenía intención de quedar con el redactor-jefe para que me diera las cartas del mes, leo en una lista de correo un mensaje de Lazaro Muñoz dando la noticia. Nada más terminar de leerlo, llamé a Enrique para que me lo confirmara, y me dijera que él se enteró un día antes. Puedo ser un iluso por pensar que Ares iba a tener miramientos con sus colaboradores cuando nunca los tuvo anteriormente, pero no me imaginaba que nos iba a hacer una guarrada de este calibre. Ahora, algunos esperan cobrar los atrasos, aunque no sé por qué me da que no lo harán.

En ese momento, me plantee muchas cosas. Llevo mucho tiempo escribiendo en revistas, y no se puede decir que lo haya considerado un trabajo. Está mal pagado, poco reconocido y no llena mucho el curriculum, cuando uno tiene la Licenciatura en Derecho y piensa dedicarse a Agente de la Propiedad Inmobiliaria o a la Administración de Fincas. Estuve a punto de dejar todo esto, la web incluida (al fin y al cabo, tan solo la visitais cuatro gatos ultimamente), pero al final decidí seguir.

Ahora se puede decir que escribo en dos revistas y no espero que me paguen un duro. Le he dado el coñazo a mi hermano para que me ayude con lo de la web, y parece que me va ha echar una mano. Paso de decir un plazo, ni si la web hablará de tebeos o de cualquier otro tema, porque no lo se. Estoy en un momento en el que voy a tomar decisiones, acertadas o equivocadas, pero que voy a seguir durante un tiempo, hasta que compruebe que no lo estoy haciendo bien y cambie. Espero que todos vosotros estéis conmigo en ese camino.